Las Noticias
Septiembre 2015

Du 2015-09-16 au 2015-09-30

Testimonio

María Luz: ¿qué deseas compartir con los oyentes de Radio PIO XII?

Nosotras, somos de diferentes departamentos, de diferentes culturas, y  estudiamos en diferentes carreras en el Instituto de Educación Rural que se encuentra en el Kilómetro 10 ½ Ave. Cochabamba.  El  Instituto acoge a jóvenes adultas para que continúen sus estudios.    Algunas, estudiamos la carrera de Operador/programador de computadoras, otras estamos en corte y confección o  veterinaria.  Algunas están concluyendo su bachillerato.

En nuestro Instituto, tanto los facilitadores como las hermanas y las mismas estudiantes,  buscamos como vivir mejor los valores que vemos bien importantes para la sociedad de hoy.

Por ejemplo, el valor del COMPARTIR.  Nosotras compartimos el hospedaje, la comida, el trabajo, nuestros sueños, nuestras dificultades.  Tratamos de formar una familia.

El valor de la SOLIDARIDAD: practicamos la solidaridad, visitando al Hogar Solomon Klein, ayudándonos entre nosotras, haciendo misión en pueblos alejados.

El valor de la VERDAD: No podemos decir nosotras que hablamos solo la verdad pero por lo menos tratamos de aplicar este valor.

Yo invito a todas las personas jóvenes y adultas a vivir estos valores. 

Y tú, Erminia, ¿cuál es tu mensaje?

Bueno, también aprendemos, cada una de nosotras,  a ser misioneras, para llevar la Palabra de Dios a nuestros pueblos y a nuestros departamentos.   A donde sea que vayamos, queremos ser solidarias, compartiendo y ayudando en nuestras comunidades, transmitiendo lo mejor de nosotras mismas a la gente.

Me gustaría   que con Ustedes haya más misioneras y más misioneros para llenar el mundo de paz, de alegría y de esperanza, porque mucha gente necesita tu ayuda y tu consejo para seguir con ánimo en la vida.

Ser misionera es compartir con todos los jóvenes y niños  y con los papás, mamás y adultos mayores para evitar lo malo y ayudarnos a hacer el  bien.

Leydi: ¿has vivido una bella experiencia?  La quieres compartir con los oyentes de radio PIO XII?  

Bueno, yo soy misionera, y de veras me gusta ser misionera. La primera vez que fui de misión era en un hogar de niños huérfanos.  Me sentí muy alegre al darles cariño y amor porque los niños necesitan esto pero también sentí mucha pena al ver a estos pequeños niños que no tienen ni papá, ni mamá.  Allí he visto como era importante un papá y una mamá y por eso esta tarde quisiera decir a todos los padres que nos escuchan de estar siempre al lado de sus hijos, de darles atención, de estar atentos a lo que hacen sus hijos, de acompañarlos.  Sus hijos los necesitan.

Delfina: ¿Quieres añadir algo, verdad?

Yo, Delfina, quisiera decir a los que no tienen a su papa o a su mama cerca, que nunca quedan solos, nunca están solos.  Hay un Padre que les cuida cada día.  El, ese buen Padre, camina contigo por dónde tú vayas.  El quiere ir contigo y quiere que lo escuches y le sigas a El.  ¿Sabes quién es?  Sí, es Dios.  Ser joven, es bonito.  Ten confianza.  Camina con confianza.

Si tus padres no están a tu lado, pida al Señor que los cuide y que te cuide a ti.  El es tu Padre.   Y si tú, joven, tienes a tus padres cerca, cuídalos, dales las gracias porque te han cuidado y te siguen acompañando.  

Leydi quiere añadir algo.

Sí, quiero añadir algo: He ido de misión a lugares como a los campos.  Allí, hemos visitado a las familias, trabajando con ellas en sus chacras y jugando con los niños.  También hemos leído la Palabra de Dios y hemos rezado.   Mucho me ha gustado.

Y Norma ¿cuál es el mensaje que nos quieres dar?

Yo  vengo aquí a motivarles a todos los jóvenes, tanto mujeres como hombres, que sigan estudiando porque para el estudio, no hay edad.  Sé que hay jóvenes que no estudian: algunos  no tienen los recursos económicos; otros porque se dedican a otras cosas como tomar o hacer maldades.  Pero jóvenes, hay que seguir estudiando porque el estudio  nos forma como profesionales y como profesionales vamos a poder ayudar a nuestras familias, a nuestras comunidades, a  nuestro país.  Por lo menos que terminen su Colegio  y salgan bachilleres.  Después pueden estudiar para una carrera aunque sea una carrera corta pero esa carrera les va a permitir ejercer una profesión.

Conclusión.

El papa Francisco escribe: “Qué bueno es que los jóvenes sean “callejeros de la fe”, felices de llevar a Jesucristo a cada esquina, a cada plaza, a cada rincón de la tierra”.  Es lo que queremos vivir.   Es nuestro compromiso como misioneras.

Además el Papa francisco quiere que tengamos un protagonismo mayor.  Eso nos ha animado a presentarnos en Radio Pio XII.  Gracias por habernos acogido, habernos escuchado y haber compartido con nosotras.

Du 2015-09-01 au 2015-09-22

Una segunda oportunidad

Tras la victoria del norte de Vietnam, mi padre, mi cuñado y otros oficiales estuvieron presos. Mi familia es marcada con una roja bandera y colocada bajo la supervisión de autoridades de gobierno en el poder. Es el fin de la democracia en Vietnam.

Nos quedamos siete años en Saigon, luego mi hermana y yo, nos escapamos en un barco de pesca rumbo a Malasia. Era muy arriesgado! En el mar, cientos de balseros son víctimas de los hackers o accidentes, pero es la única forma posible para escapar del régimen comunista.

Del campamento de refugiados al Canadá!

La travesía dura cuatro días. Nos ponen en el campamento de refugiados de Pulau Bidong. Estamos contentos: Dios nos ha protegido y nos da una segunda oportunidad para vivir en libertad. Cada día, el campamento recibe uno o dos barcos llenos de refugiados desde Vietnam-sur. Viven en casas improvisadas construidas por la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados o en chozas que los refugiados han construido ellos mismos. Para ayudar a los demás, enseño Inglés a los refugiados mientras mi hermana se encarga de los niños en el campamento.

La vida es simple y se satisfacen nuestras necesidades básicas. Los refugiados viven Unidos y ayudan unos a otros de muchas maneras. Mi hermana y yo vivimos dos meses en el campamento, preocupadas por nuestro futuro... Que alivio cuando nuestros nombres aparecen en una lista de los refugiados aceptados por Inmigración Canadá : pronto estaremos junto a nuestro hermano ya en Montreal desde dos años!

Reconstruir mi vida en Canadá

Con lo poco que tenemos y sobre todo nuestro optimismo, mi hermana y yo estamos calurosamente acogidas en Canadá. Poco a poco, me estoy adaptando a su cultura y su clima. Canadá, ahora es... mi segundo hogar! Él me aceptó, me dio la oportunidad de reconstruir mi vida y recibir todos los beneficios de un ciudadano canadiense, estoy profundamente agradecida. En 1990, tuvimos el placer de darle la bienvenida a Canadá a nuestro padre, después de 13 largos años de campo de concentración.

Pensando a todos estos acontecimientos, me doy cuenta de que mi familia y yo fueron en todo momento bajo la protección de Dios. Mi vida tomo un nuevo camino: el servicio de los demás. En voluntariado, encontré una manera significativa para acercarse a Dios y testimoniar de su amor, acompañando los demás en el camino de la vida.

Nguyen Thi Minh Tam

 

Du 2015-08-15 au 2015-09-15

El precioso librito

Después de la salida de las misioneras, yo mire otra vez, con mamá, el precioso cuaderno. Entonces, mamá me dijo: Si quieres, voy a poner tu hermoso libro en seguridad y te lo devolveré cuando creces. La separación fue dolorosa, pero lo he aceptado... Sin embargo, seguí mamá para ver en que lugar seguro iba a esconder mi precioso librito. Es en el armario de Papá, debajo de una pila de pañuelos, que mi libro era escondido. Cuando mamá estaba ausente, aprovechaba para visitar a mis pequeños amigos chinos. Tenia que apresurarme para no ser sorprendida. Montada en una silla, lograba alcanzar mi meta y volver a poner las cosas perfectamente en su lugar. Es cómo crecí. Una vez al año, las hermanas del Precursor venian hablar de los niños de China. A los 15 años, la llamada se hacia más y más presente, le pedí a mamá para entrar en la comunidad de las Misioneras de la Inmaculada Concepción.

Por fin tuve la dicha de ser admitida en el noviciado el 08 de agosto de 1942. Tenía 19 años. Durante este tiempo de formación para la vida religiosa, mi sueño continuaba creciendo. En 1945, sorpresa!! : pensamos en ti para la misión de China. Ante la explosiva situación de Asia en este momento, mi salida se pospone. Tuve que esperar casi 20 años antes de salir para Taiwán. Pasé 32 años con mis amigos chinos en Taiwán y Hong Kong. Trabaje un par de años en nuestro jardín de la infancia de Guanshi. Estuve siempre atenta a lo que estos niños podian vivir en el secreto de sus corazones... sus penas, sus alegrías y su relación personal ya profunda con Jesús. Creo que especialmente el pequeño Chen Yung Yi, que amaba tanto rezar en nuestra capilla... Conducido paso a paso a la fe cristiana, él es sacerdote hoy.

Mi corazón se alegra y canta con alegría al recordar estos años. La visita de dos misioneras me habrán ayudado a encontrar el camino de mi vida.

Sister Jeannette ha fallecido en nuestra casa de Pont-Viau en 2012, a los 90 años.