Las Noticias
Marzo 2022

Du 2022-03-25 au 2022-04-10

Cuarto domingo

Una ternura sin medida

Para el hijo mayor, el padre renueva los pasos libres y conmovedores de una ternura comunicativa: sale a su encuentro, le recuerda sus prerrogativas de hijo, le ruega que entre y le invita a compartir su alegría y la de su hermano.

Dios es ese padre de la ternura. Somos amados, esperados, acogidos y perdonados. Esta es la Buena Noticia esencial para nuestra fe.

A cada uno su parte de error

Está claro que los dos hijos, uno que se fue pero volvió, el otro que se quedó en casa pero se negó a entrar, representan esquemáticamente las dos caras de nuestro pecado, nuestra doble cara. Sería inútil tratar de clasificarnos a nosotros mismos y a los demás en uno u otro bando.

Somos el hijo menor con nuestra infidelidad, nuestro desprecio a la fe de nuestro bautismo. Somos sus hermanos gemelos con nuestros instintos lujuriosos y nuestras locuras temporales o crónicas. Nuestro pecado es siempre, en alguna parte, una especie de huida de la casa de Dios.

Si queremos asumir el papel del hijo mayor, no olvidemos que es la imagen de nuestra orgullosa prepotencia de ser mejores que los demás. Nos recuerda nuestros celos, nuestros juicios incuestionables, nuestros reflejos propietarios y nuestros rencores. Hay en cada uno de nosotros una parte de miseria oculta, de oscuridad, de revuelta y de debilidad. No se puede ser un buen hijo de Dios si no se es un buen hermano para los demás.

Joseph Proux

Du 2022-03-19 au 2022-03-29

Tercer Domingo

Una nueva oportunidad

El jardinero de la parábola, que se demora y trabaja para salvar una higuera improductiva, nos revela el rostro del Dios vivo para quien la paciencia es el otro nombre de su amor:

Nunca se desanima por nuestras andanzas y nuestro pasado infructuoso. No nos abandona a nuestra mediocridad.

Siembra señales discretas pero insistentes en nuestro camino; nos da hermanos y hermanas para que nos adviertan y nos acompañen. Nos da empujones en el momento oportuno.

No abusemos de la paciencia de Dios. Esta Cuaresma es quizás una última oportunidad que no debe perderse.

Pero también tenemos que mostrar la misma paciencia a los demás. Confiar en alguien y apostar por su capacidad de cambiar y superarse es permitirle crecer.

Esto se llama dar una oportunidad a alguien.

 

Du 2022-03-12 au 2022-03-20

Segundo Domingo de Cuaresma

¿De dónde procedía ese misterioso resplandor que invadía el rostro y los vestidos de Cristo transfigurado? Jesús estaba rezando, dice Lucas. Esta oración fue un encuentro luminoso.

- Joseph Proux ,

Encuentro con el Padre

En el Tabor, la luz de la resurrección brilló en el rostro de quien ya iba camino de la desfiguración de la Pasión. Pedro, el patrón de los pescadores de Galilea, que tenía una buena cabeza sobre los hombros, casi deliraba cuando pedía tres tiendas para montar esta visión y a él mismo.

Lucas precisa que Jesús estaba orando: se encontraba con el Padre, cuya presencia estaba indicada por la nube que los envolvía.

La verdadera oración es un encuentro con el Dios vivo, en un diálogo a veces sin palabras, en la sencillez donde Dios se revela a los humildes.

La oración se convierte entonces en una fuente de fuerza, paz y amor. Se convierte en un lugar de Alianza, como lo fue para Abraham, cuyo sueño misterioso no era otra cosa que el estado extraño y sobrecogedor en el que el hombre se encuentra en sintonía con Dios.

Encuentro con los hermanos

La transfiguración de Jesús fue también una conversación de gente que reza. "Dos hombres estaban hablando con él". Moisés había recibido la revelación del nombre de Dios en una extraordinaria conversación con Dios en la zarza ardiente. Elías, el rudo profeta, también se encontró con Dios cuando estuvo en la montaña.

Un verdadero orador nunca está solo. La oración nos pone en comunicación con los demás. Transfigura la mirada para que podamos amarlos más allá de lo que los desfigura. Lleva en secreto a los presentes o ausentes y los une en el corazón de Dios. El orante es un defensor de sus hermanos y hermanas.

Encuentro con uno mismo

El que reza entra en una prueba de verdad en la que su vida queda al descubierto, porque ya no es posible mantener sus máscaras. Entonces, al despojarse de sus falsas pretensiones, descubre la mirada amorosa que Dios tiene para él. Es acogido como el publicano de la parábola.

Orar en la verdad transfigura la grisura de la vida cotidiana y nos hace mirar de otra manera nuestras preocupaciones, nuestro trabajo, nuestra felicidad, nuestras pruebas, nuestra grandeza y nuestras debilidades. Los que rezan ven su vida de forma diferente...

¿Y si nos faltara la oración?

 Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator